Aunque la gente hace mucho tiempo comenzó a
preguntarse si los "canales" de Marte eran la creación de ingenieros
cósmicos, por alguna extraña razón no se les ha ocurrido a mirar con los mismos
ojos las peculiaridades del paisaje lunar mucho más de cerca.
Y todos los argumentos acerca de las
posibilidades de que exista vida inteligente en otros cuerpos celestes se han
limitado a la idea de que otras civilizaciones deben necesariamente vivir en la
superficie de un planeta, y que el interior, como hábitat, está fuera de la
cuestión.
Abandonando los tradicionales caminos de
"sentido común", nos hemos sumido en lo que a primera vista puede
parecer una fantasía desenfrenada e irresponsable. Pero cuanto más
minuciosamente estudiamos toda la información recopilada por el hombre sobre la
Luna, más estamos convencidos de que no hay un solo hecho para descartar
nuestra suposición.
No sólo eso, sino muchas cosas hasta ahora
consideradas como enigmas lunares son explicables a la luz de esta nueva
hipótesis.
¿UN SATÉLITE ARTIFICIAL DE LA TIERRA?
El origen de la Luna es uno de los problemas
más complicados de la cosmogonía. Hasta el momento han existido básicamente
tres hipótesis en discusión.
HIPÓTESIS I: la luna fue alguna vez parte de la
Tierra y se separó de ella. Esto ahora ha sido refutado por la evidencia.
HIPÓTESIS II: La Luna se formó de manera
independiente a partir de la misma nube de polvo y gas que la Tierra, y de
inmediato se convirtió en el satélite natural de la Tierra.
Pero entonces ¿por qué hay una diferencia tan
grande entre la gravedad específica de la Luna (3,33 gramos por centímetro
cúbico) y la de la Tierra (5,5 gr.)? Además, según la información más reciente
(análisis de las muestras traídas por los astronautas estadounidenses del
Apolo), la roca lunar no es de la misma composición que la Tierra.
HIPÓTESIS III: La Luna entró separadamente a la
existencia, y, por otra parte, muy lejos de la Tierra ( quizás incluso fuera
del sistema solar).
Esto significaría que la luna no tendría que
ser formada a partir de la misma "arcilla" como nuestro propio
planeta. Navegando a través del Universo, la Luna entró en la proximidad de la
Tierra, y por una compleja interacción de las fuerzas de la gravedad fue
llevada dentro de una órbita geocéntrica, muy cerca de ser circular. Pero una
captura de este tipo es prácticamente imposible.
De hecho, los científicos que estudian el
origen del Universo hoy no tienen una teoría aceptable para explicar cómo el
sistema Tierra-Luna llegó a existir.
NUESTRA HIPÓTESIS: La Luna es un satélite
artificial de la Tierra puesto en órbita alrededor de la Tierra por unos seres
inteligentes desconocidos para nosotros mismos.
Nos negamos a entrar en especulaciones acerca
de quién exactamente escenificó este experimento único, del que sólo una
civilización altamente desarrollada es capaz es hacer.
¿Un Arca De Noé?
Si usted va a poner en marcha un satélite
artificial, entonces es recomendable que sea hueco.
Al mismo tiempo sería ingenuo imaginar que
alguien capaz de tal tremendo proyecto espacial estaría satisfecho simplemente
con una especie de gigantesco baúl vacío lanzado en una trayectoria cercana a
la Tierra.
Es más probable que lo que tenemos aquí es una
muy antigua nave espacial, cuyo interior estaba lleno de combustible para los
motores, materiales y aparatos para el trabajo de reparación, navegación,
instrumentos, equipos de observación y todo tipo de maquinaria... en otras
palabras, todo lo necesario para habilitar esta "carabela del
Universo" sirviendo como una especie de Arca de Noé inteligente, tal vez
incluso como el hogar de toda una civilización que concibe una prolongada
(miles de millones de años) existencia y largos viajes a través del espacio
(miles de millones de kilómetros).
Naturalmente, el casco de una nave espacial de
este tipo debe ser super-resistente con el fin de hacer frente a los golpes de
meteoritos y fuertes fluctuaciones entre extremo calor y extremo y frío.
Probablemente, el casco es un asunto de doble
capa - siendo la base una densa armadura de unos 20 kilómetros de espesor, y
fuera de ella algún tipo de recubrimiento más menos compacto (una capa más
delgada - promediando unos cinco kilómetros). En ciertas zonas - donde están
los "mares" lunares y "cráteres", la capa superior es
bastante delgada, en algunos casos, inexistente.
Puesto que el diámetro de la Luna es de 2,162 millas, entonces, observada desde
nuestro punto de vista es una esfera de pared delgada. Y, como es comprensible,
no una vacía. Puede haber todo tipo de materiales y equipos en su superficie
interna. Pero la mayor proporción de la masa lunar se concentra en la parte
central de la esfera, en su núcleo, que tiene un diámetro de 2,062 millas.
Así, la distancia entre el núcleo y el casco de
esta 'nuez' está en la región de 30 millas. Este espacio fue, sin duda, llenado
con los gases necesarios para respirar, y con fines tecnológicos y otros.
Con tal estructura interna de la Luna, ésta podría tener un peso
específico promedio si 3,3 gramos por centímetro cúbico, que difiere
considerablemente delde la Tierra (5,5 gramos por centímetro cúbico).
Una Nave Acorazada de Guerra que no Pudieron
Torpedear?
Las más numerosas e interesantes de las
formaciones en la superficie lunar son los cráteres.
En diámetro varían considerablemente. Algunos
son de menos de un metro de diámetro, mientras que otros son de más de 120
millas (el más grande tiene un diámetro de 148 km). ¿Cómo llego la Luna a ser
tan picada de viruela ?
Hay dos hipótesis -- la volcánica y la meteórica. La mayoría de los científicos
votan por esta última.
Kirill Stanyukovich, un físico soviético, ha
escrito una serie de obras a partir de 1937 en las que expone la idea de que
los cráteres son el resultado del bombardeo de la Luna durante millones de
años.
Y realmente significa bombardeo, incluso para
el cuerpo celeste más pequeño, cuando está inmerso en una de esas colisiones
frontales rápidas, tan comunes en el cosmos, se comporta en sí como una ojiva
cargada con dinamita, o incluso una ojiva atómica a veces. La combustión
instantánea es producida en el impacto, convirtiéndola en una densa nube de gas
incandescente, en plasma, y hay una explosión muy definida.
Según el profesor Stanyukovich, un
"misil" de un tamaño importante (por ejemplo 6 millas de diámetro)
debería, en colisión con la Luna, penetrar a una profundidad igual a 4 o 5
veces su propio diámetro (24 a 30 millas).
Lo sorprendente es que, por muy grandes que
puedan haber sido los meteoritos que cayeron en la Luna (algunos han sido de
más que 60 millas de diámetro), y sin importar lo rápido que deben haber estado
viajando (en algunos casos la velocidad combinada era tanta como 38 millas por
segundo), los cráteres que dejaron atrás son por alguna extraña razón, todo de
la misma profundidad, 1.2- de 2 millas, aunque varían enormemente de diámetro.
Tome ese cráter 148 millas de diámetro. En área
supera a Hiroshima cientos de veces más. Cuán poderosa explosión debe haber
sido para enviar millones de toneladas de roca lunar chorreando lo largo de
decenas de kilómetros!
En vista de ello, se podría esperar encontrar
un cráter muy profundo aquí, pero nada de eso: hay tres kilómetros a lo sumo
entre los niveles superior e inferior, y un tercio de eso es explicado por la
pared de roca lanzada hasta alrededor del cráter como una corona dentada.
Para tal gran agujero, es demasiado
superficial. Además, el fondo del cráter es convexo, siguiendo la curva de la
superficie lunar. Si usted fuera a pararse en el medio del cráter ni siquiera será capaz de ver el alza del
borde - estaría más allá del horizonte. Un hueco que más bien parece una colina
es un asunto bastante extraño, tal vez.
Realmente no, si uno supone que cuando el
meteorito golpea la cubierta externa de la luna, esta hace el papel de un
tampón y el cuerpo extraño se encuentra ante una impenetrable barrera esférica.
Sólo ligeras abolladuras estropean la capa de 20 millas de blindaje, habiendo
la explosión lanzado trozos de su "revestimiento" por todas partes.
Teniendo en cuenta que el recubrimiento de
defensa de la Luna es, según nuestros cálculos, de 2,5 millas de espesor, se ve
que esto es aproximadamente la máxima profundidad de los cráteres.
¿Una nave espacial que se fue al Traste?
Ahora vamos a considerar las peculiaridades
químicas de la roca lunar.
Tras el análisis, los científicos
estadounidenses han encontrado cromo, titanio y circonio en ella. Todos estos
son metales con propiedades refractarias, mecánicamente resistentes y
anticorrosivas. Una combinación de todos ellos tendría una envidiable
resistencia al calor y la capacidad de resistir agresiones, y se podrían
utilizar en la Tierra como revestimientos para hornos eléctricos.
Si un material tuvo que ser concebido para
proteger a un gigantesco satélite artificial de los efectos desfavorables de
las temperatura, de la radiación cósmica y del bombardeo de meteoritos, los
expertos probablemente habrían llegado precisamente en estos metales.
En ese caso, no está claro por qué la roca
lunar es un conductor de calor extraordinariamente pobre - un factor que ha
sorprendido a los astronautas? ¿No era eso lo que buscaban los diseñadores del
super-satélite de la Tierra?
Desde el punto de vista de los ingenieros, esta
nave espacial de tiempos eternos que llamamos la Luna está muy bien construida.
Puede haber una buena razón para su extrema
longevidad. Es posible incluso que sea anterior a nuestro propio planeta. En
cualquier caso, algunos trozos de roca lunar han resultado más antiguos que las
rocas más antiguas en la Tierra, si bien esto es cierto, esto se aplica a la
edad de los materiales y no de la estructura para la que fueron utilizados. Y a
partir del número de cráteres en su superficie, la Luna misma no es tan joven.
Es, por supuesto, difícil decir cuando comenzó
a brillar en el cielo sobre la tierra, pero sobre la base de algunas
estimaciones preliminares uno podría aventurar fue hace alrededor de dos mil
millones de años.
Nosotros, por supuesto, no nos imaginamos que
la luna está todavía habitada, y probablemente muchos de sus dispositivos
automáticos han dejado de funcionar, también. Los estabilizadores han dejado de
funcionar y los polos se han desplazado.
A pesar de que la luna mantiene ese mismo lado
hacia nosotros, desde hace algún tiempo ha sido inestable sobre su propio eje,
en ocasiones nos muestra parte de su lado reverso, que fue alguna vez invisible
para los observadores en la Tierra - por ejemplo, los propios selenitas si
hacían expediciones aquí.
El tiempo ha cobrado su precio. Tanto el cuerpo
como el aparejo se han desintegrado en cierta medida; algunas costuras de la
cubierta interna evidentemente divergieron. Suponemos que las largas cadenas de
pequeños cráteres (de hasta 940 millas) que antiguamente habían sido atribuidos
a la actividad volcánica fueron provocados por las erupciones de gas a través
de las grietas que aparecen en el blindaje como consecuencia de accidentes.
Sin duda, una de las características más
espléndidas del paisaje lunar - un "muro" recto de casi 500 metros de
altura y de más de 60 millas de largo – se formó como resultado de una de las
placas de armadura doblándose bajo el impacto de torpedos celestes y elevando uno
de sus bordes rectos y parejos.
La población de la Luna presumiblemente tomó
las medidas necesarias para poner remedio a los efectos del bombardeo de
meteoritos, por ejemplo, remendando la pantalla exterior que cubre el casco
interior. Para estos efectos probablemente se utilizó una sustancia desde el
núcleo lunar, una especie de un cemento hecho de esto. Después de procesar
habría sido llevado por tuberías a los sitios de la superficie donde se
requerían.
No hace mucho tiempo los astrónomos
descubrieron variaciones en los campos gravitacionales cerca de los grandes
"mares". Creemos que la razón es esta: los mares secos de la Luna se
encuentran en áreas factuales desde donde se rasgó el revestimiento de armadura
de la capa protectora.
Para reparar el daño a estas vastas
extensiones, la instalación produciendo la sustancia de reparación habría
tenido que ser llevada inmediatamente debajo del sitio, de modo que pudiera
inundar el área con su "cemento". Los tramos planos resultantes son
lo que parecen ser mares para el observador terrestre.
Las existencias de materiales y maquinaria para
hacer esto, sin duda, todavía están allí dónde estaban, y son lo
suficientemente masivos para dar lugar a estas anomalías gravitacionales.
¿Qué es la Luna hoy en día? ¿Es una colosal
necrópolis, una "ciudad de los muertos", donde alguna forma de vida
se extinguió? ¿Es un tipo de holandés errante cósmico? ¿Una nave abandonada por
su tripulación y controlada de forma automática?
No sabemos y no vamos a tratar de adivinarlo.
ESPERANDO LA EVIDENCIA
Hemos presentado en este artículo sólo algunas
de las razones - desafortunadamente, la evidencia hasta ahora, es sólo
circunstancial - para nuestra hipótesis, que a primera vista pudiera parecer
una locura.
Una idea "loca" similar fue
presentada en 1959 por el profesor Iosif Shklovski, un eminente científico, en
relación con las "lunas" que giran alrededor de Marte.
Después de sopesar cuidadosamente las pruebas,
concluye que ambos son huecos y por lo tanto satélites artificiales.
Creemos que las interrogantes que hemos
planteado en relación a nuestra Luna proporcionan alimentos suficientes para
una reflexión seria sobre el asunto; el resultado puede ser la iluminación de
nuestros muchos enigmas lunares.
Ahora, por supuesto, tenemos que esperar a que
la evidencia directa apoye nuestra idea. O la refute...
Probablemente no habrá que esperar mucho.