lunes, diciembre 27, 2010

sábado, diciembre 18, 2010

lunes, noviembre 01, 2010

jueves, octubre 21, 2010

martes, octubre 19, 2010

domingo, octubre 17, 2010

martes, octubre 12, 2010

lunes, octubre 11, 2010

APLICARSE EN LA INTROSPECCIÓN

En el aspecto de la interiorización personal, y para llegar a una buena relajación, es importante tener en cuenta unas determinadas referencias que partan de diferentes disciplinas esotéricas, aunque la más elemental viene a ser la voluntad de catalizar, en breves instantes, un pensamiento de reflexión y relajación, que unido a la voluntad de mantenerse en la autoobservación, puede permitir que el individuo
encuentre de alguna forma la manera de hallarse completamente aislado dentro de un mundo en constante "ruido" y, a la vez, pleno de energía poco sublimada, que indefectiblemente le va a llevar a la
confusión, al desasosiego y al miedo en según qué casos o circunstancias. Por eso, la forma más elemental es la de aislarse debidamente dentro de esa vorágine de energías que de una forma u otra alteran un proceso vivencial. Sin duda alguna, si el individuo sabe emplear su tiempo y aplicarse en la introspección en base a una correcta autoobservación, logrará aislarse de ese mundo en el que se ve involucrado nnecesariamente, para poder hallar en sí mismo la solución a determinados enigmas. Y el primero de ellos es la conformidad con que debe prevalecer su pensamiento ante una situación poco favorable que, al mismo tiempo, es la forma más efectiva para desarrollar una voluntad de cambio y de transparencia mental. Así es que si empezamos con pequeños ejercicios de introspección, si ordenamos a nuestra mente determinados pensamientos de relajación, si aplicamos debidamente la comprensión en facilitar el descubrimiento de ese velo que cubre nuestros cinco sentidos -velo sobradamente conocido por todos, cual es el velo del ego-, hallaremos en su trasfondo una gran realidad. En el fondo, la realidad está ante nuestros ojos y tan sólo es conveniente rasgar ese velo sabiamente y con precisión, para que del mismo sobresalgan la claridad, la transparencia, que por ende nos transportarán a la iluminación.

La auto-observación debemos contemplarla de la misma forma con que elaboramos nuestros mejores pensamientos, eso es, sublimándola, ya que realizando la auto-observación de una forma intelectual y racional, no se resolverá ninguna de las incógnitas o problemas que deseemos solucionar o aclarar.
Tengamos en cuenta que la auto-observación deriva hacia un estado consciente, que nos une con ese otro proceso real cual es la apertura a una nueva dimensión. No olvidemos tampoco que la realidad es constante, eterna e infinita. Por lo tanto, somos nosotros a través de nuestro proceso de concienciación quienes debemos y tenemos la obligación de alcanzar esa realidad que está ahí, aquí mismo, en nosotros. En todas partes y en ningún lugar al mismo tiempo, y la paradoja es que está ahí y no está.

En la actualidad, el pensamiento humano de vuestro nivel está resuelto hacia un perfeccionamiento constante y progresivo, y lo que hoy pueda significar una gran incógnita, mañana será una gran realidad dentro de la Gran Incógnita. Nuestra sinrazón es fruto de un aparente pensamiento ilógico, pero indudablemente, en esa ilógica actitud del pensamiento global está la raíz y la comprensión del esquema infinito y perpetuo. Y si alguna vez, hipotéticamente claro está, alcanzásemos esa comprensión total, hallaríamos una cruda realidad, cual es la inexistencia. Por lo tanto, creo que por el momento nos sirve esa inconsistencia, esa negatividad, ese proceso banal, ilusorio, encantado, mágico, material, tangible, porque gracias a ese estado o situación vivencial somos.

En el mundo físico existe una regla inviolable, sólo circunstancialmente desarmada cuando aplicamos nuestra divina consciencia y traspasamos el umbral de la comprensión, de la iluminación, rasgando ese “velo” que está aquí y ahora y cuyo componente es la realidad absoluta, total e inviolable; pero, si reflexionamos, también nos daremos cuenta de que esa realidad es mudable a cada instante. Si así no lo fuera, formaría parte de este mundo tridimensional o físico y luego sería una pura ilusión de los sentidos.

Sili-Nur


Tomado de:

La auto-observación, Barcelona, Grupo Tseyor, 2007.

domingo, octubre 10, 2010

LA FÍSICA ANTIGUA Y MODERNA

La Física antigua veía al mundo como algo separado de nosotros, que estaba «allá afuera». La Física moderna ve al universo como participativo: todas las cosas están conectadas, y en cierto modo, está «aquí adentro». Como resultado de la búsqueda, por parte del hombre, de la partícula elemental de la vida y mientras buscaban la piedra fundacional de la vida, los físicos hicieron algunos descubrimientos interesantes. Al tratar de medir las propiedades de las partículas subatómicas, descubrieron que, dependiendo de lo que medían, esas partículas subatómicas, o «cuantos», se manifestaban a veces en forma de partículas y otras, en forma de ondas.
Lo que resulta increíble acerca de todo eso es: una partícula no tiene las propiedades de una onda y una onda no tiene las propiedades de una partícula. Son opuestas.
Lo que determinaba si el cuanto presentaba las propiedades de una partícula o de una onda era el
tipo de equipo de medición instalado por los científicos. Si instalaban equipos de medición de ondas, descubrían que el cuanto era una onda. Si instalaban equipos de medición de partículas, los cuantos eran partículas. Era lo que los científicos quisieran que fuera. Básicamente, ellos determinaban la realidad. Los científicos determinaban las propiedades, las realidades, de los cuantos a través de la elección de determinado equipo de medición. La presencia Física y la sensación que producen las cosas materiales son producto de la mente y los sentidos. La forma y sustancia del universo son el resultado de nuestro pensamiento; por lo tanto, vivimos en un mundo mental. Todo tiene una frecuencia vibratoria y nosotros tomamos esas vibraciones y les damos forma y sustancia a través de los pensamientos y los sentidos. Sin la mente y los sentidos, lo único que existe es energía y espacio. La mente es la clave de la realidad.
La realidad de la vida comienza desde adentro, en la mente, y luego toma su forma en el mundo material. Así se manifiesta la espiritualidad: se manifiesta en las leyes naturales del universo. Si usted puede pensarlo, puede hacerlo.
La vida es lo que hacemos de ella. Usted determina qué es la realidad. Ya no es más «será lo que deba ser». Será lo que usted quiera que sea.
Uno de los efectos secundarios de esa serie de hallazgos es el descubrimiento de la paradoja de la realidad. La paradoja de la realidad consiste simplemente en que todas las cosas contienen su opuesto. Los cuantos pueden ser partículas u ondas; son ambas cosas. Usted puede ser un éxito o un fracaso; es ambas cosas. Y de la misma manera en que los científicos pueden determinar qué serán los cuantos en un momento específico, usted tiene el mismo poder sobre el éxito y el fracaso.
El hecho de no hacer nada también es hacer algo, a pesar de que muy pocas personas se den
cuenta de ello. Tanto el fracaso como éxito son una elección. Y al universo o a la naturaleza no les importa cuál de las dos experimenta; le darán cualquiera de las dos cosas. Necesitamos aprender a sentirnos cómodos con aquello que nos resulta incómodo. El hecho de que la realidad sea una paradoja, de que todas las cosas contengan a su opuesto, que los cuantos puedan ser ondas o partículas, no resulta desconcertante para la naturaleza ni para el universo. De hecho, la naturaleza y el universo están muy cómodos con que las cosas sean así, porque son así.
El universo y todo lo que hay en él se encuentra en un fluir constante, cambiando su polaridad, pero la gente continuamente se esfuerza por lograr que la vida se mantenga inalterable y constante cuando eso es imposible. Al producirse el
cambio, algunas personas se alteran y pierden el rumbo por completo. En vez de ver en el cambio la esencia de la vida, el elemento que conforma la oportunidad, solamente ven su propia incomodidad. Cuando Dios cierra una puerta abre otra: es lo que sucede cuando se produce el cambio. El problema es que la mayoría de las personas no pierde de vista la puerta cerrada y se lamenta en vez de emplear su energía para buscar la puerta abierta. Necesitamos llegar a sentirnos cómodos con el cambio. El cambio es algo positivo. El cambio es maravilloso. El cambio es la realidad.

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