jueves, agosto 07, 2014

La Última Táctica de Los Gobiernos Para Robarnos el Dinero



by Tyler Durden
Junio 11, 2014
del Sitio Web ZeroHedge
traducción de El Robot Pescador
Junio 12, 2014
del Sitio Web ElRobotPescador


La palabra 'Creatividad' no suele ir asociada a la palabra "gobierno". Más bien lo hacen palabras como burocrático, incompetente o corrupto.
 Pero hay una área en la que los gobiernos, y especialmente los que están en bancarrota, tienden a ser excepcionalmente creativos:
la búsqueda de formas nuevas de robarle el dinero a los ciudadanos.

En los últimos años, una de las formas más creativas de hacerlo ha sido confiscar lo que consideran cuentas bancarias "latentes", es decir, cuentas sin ningún tipo de operaciones durante un período de tiempo especificado.


 
El Reino Unido fue el primero en implementar esta idea con una ley creada en 2008.

Fue aprobada justo en el momento en que el sistema financiero se derrumbaba. En dos años, la Asociación Británica de Banqueros estima que la ley podría haber permitido recaudar un total de hasta 600 millones de dólares.
A principios de este año, Japón puso en marcha una iniciativa similar, gravando las cuentas bancarias inactivas. El gobierno japonés espera que el movimiento les permita recaudar 500 millones de dólares anuales.
Ambos, al menos, en el caso de Japón y el Reino Unido tienen umbrales a largo plazo.
En Japón, van a apoderarse de una cuenta si ha permanecido inactiva durante más de 10 años. En el Reino Unido, si lo ha estado 15 años.
Lo preocupante del caso, sin embargo, es el hecho de que el Estado no sólo puede elaborar leyes para confiscar cuentas bancarias inactivas, sino que además puede manipular a conveniencia los plazos.
Por ejemplo, Australia, aprobó una ley el año pasado para reducir el plazo de incautación de cuentas inactivas, rebajándolo de siete años a tan sólo tres.
Desde la aprobación de esta ley, el gobierno australiano se ha apoderado de la friolera de 80.000 cuentas por un total de 337 millones de dólares (249 millones de euros)… más de lo que había incautado en las cinco décadas anteriores juntas.


 
Todo esto representan precedentes internacionales que pueden trasladarse, tarde o temprano a países de la Unión Europea o del resto del mundo.
Quizás el precedente más preocupante de este tipo de maniobras, lo encontramos en el estado de Georgia, en EE.UU. ¡Allí, el plazo se establece en tan solo un año! En otras palabras, si usted tiene una cuenta bancaria en Georgia y no la toca durante doce meses, el gobierno del estado va a cobrarle impuestos por ello.
Un muy mal precedente… ¿cuánto tardarán en imitarlo en España? Este tipo de políticas son muy discutibles. Por ejemplo, pone en cuestión el principio fundamental de la propiedad privada.


¿Cómo puede algo ser tuyo, si el Estado puede legislar y aprovechar su autoridad para apoderarse de ello?

Es sólo otro ejemplo de cómo el sistema aplasta cada vez más los derechos individuales…




miércoles, agosto 06, 2014

Bicarbonato de Sodio - La Pesadilla de la Industria Farmacéutica






De acuerdo con el resultado de los hallazgos de investigación, el cáncer es un ácido láctico, que se forma cuando un cierto tipo de hongo o moho vive en un ambiente carente de oxígeno.



También se descubrió que al hacer pasar una muy alta concentración de moléculas de oxígeno a través de las células de cáncer, podría destruirlas completamente. 



Es realmente muy difícil para cualquier persona envolver su cabeza alrededor de la idea de que una sustancia tan común como el bicarbonato de sodio pueda ofrecer mucho más beneficios que la mayoría de los fármacos que cuestan tanto.



Sin embargo, existe fascinante evidencia que demuestra que de hecho bicarbonato de sodio puede curar una gran cantidad de enfermedades serias, tales como el cáncer y la diabetes. Los médicos también han sido aconsejados de usarlo, ya que ofrece increíbles beneficios. 



El bicarbonato de sodio, debe señalarse, es una sustancia muy ampliamente investigada, que ha sido utilizada desde hace varios años, incluso por los oncólogos.



La toxicidad de la quimioterapia y la radiación es tal que podría destruir los órganos vitales del cuerpo, como el hígado y los riñones, por lo tanto, suele administrarse periódicamente el bicarbonato de sodio a los pacientes para evitar esta posibilidad. 


Por todo el mundo, multitudes añaden bicarbonato de sodio a su agua potable con la intención de curar la acidosis clínica y otras condiciones adversas. Es un hecho bien conocido que el bicarbonato de sodio ha salvado muchas vidas en las salas de emergencia. La combinación de bicarbonato de sodio con otras sustancias naturales como el yodo y cloruro de magnesio produce una mezcla que es una maravilla en el mundo médico. 


Una cuestión importante con respecto a la fisiología humana es el problema de una falta de iones de bicarbonato. 

Esto resulta en una disminución en el valor de pH de la sangre. Las enzimas son una parte fundamental de las reacciones bioquímicas y son muy sensibles a los niveles de pH. Funcionan mejor en un ambiente que no es ácido.



El hecho de que las células funcionen mejor en un entorno ligeramente alcalino da crédito a la eficacia de bicarbonato de sodio.
 










La dieta juega un papel muy importante para mantener los niveles de pH de la sangre en niveles aceptables.



Desafortunadamente, nuestra dieta moderna alienta una disminución en el nivel de pH, por lo que es ácida. Las actividades y funciones celulares se ven obstaculizadas drásticamente cuando hay un desequilibrio constante en el valor del pH. 



Las células comienzan a deteriorarse cuando el valor del pH es ácido, conduciendo a graves problemas de salud como el cáncer, la gastritis, la osteoporosis, la diabetes y las enfermedades del corazón, entre otros.

El
bicarbonato de sodio ayuda a transportar oxígeno dilatando los vasos sanguíneos y liberando oxígeno en los tejidos celulares, aumentando de este modo el valor de pH. 



Cuando el valor del pH de la orina es alto, no hay cristalización de los productos de desecho en el tracto urinario. 



Es un hecho conocido que el ácido úrico causa enfermedades como la gota, cálculos renales, diabetes y enfermedades del corazón. El Alcosan, que es un compuesto tóxico que se forma por hongos en un ambiente ácido  ha demostrado que causa varios tipos de cáncer y la diabetes.

Por la administración oral del bicarbonato de sodio, enfermedades graves como la artritis, la gota, la gripe pueden prevenirse. También ayuda al páncreas a llevar a cabo adecuadamente sus actividades, que incluyen la producción de iones de insulina y bicarbonato. 



Sin importar si una persona sufre de una condición médica tan terrible como la enfermedad del corazón o cáncer, incluso  la gripe, cuando una combinación de bicarbonato de sodio y cloruro de magnesio se toma por vía oral, proporciona un tratamiento que es a la vez natural y seguro. 



Estos trabajan para liberar de manera efectiva los tejidos, células y órganos de todas las toxinas y ácidos.



El bicarbonato de sodio es de hecho una sustancia natural maravillosa y una pesadilla para la industria farmacéutica.  



por Joanna Océano 
27 Junio 2014
del Sitio Web BodyMindSoulSpirit


viernes, mayo 16, 2014

La Guerra Mas Antigua del Mundo



2 Mayo 2014

del Sitio Web GazzettaDelApocalipsis





Se trata de una guerra soterrada, tan antigua como el ser humano.

Ignorada por todos, es el eje central de todos nuestros males, la fuente de la que emanan muchas de nuestras desgracias como especie. Es la lucha que enfrenta al Sistema con el Individuo

Todos los conflictos sociales, políticos o económicos, todas las guerras y revoluciones, no son más que burdas réplicas circunstanciales de este conflicto eterno.

No hablamos de una lucha convencional, evidentemente. Pero tampoco hablamos de aspectos filosóficos de carácter metafórico que puedan ser ignorados por resultar poco prácticos.

Es más real y tangible de lo que la mayoría de gente cree.

Se trata de un enfrentamiento desigual, entre nuestra esencia más profunda y un enemigo difuso y prácticamente intangible, tan impío, inconsciente y eficiente como lo pueda ser una máquina.



De hecho, no es un combate cara a cara, sino un acoso unidireccional e incesante del Sistema contra la Individualidad.


Su objetivo es apagar hasta la última chispa de identidad propia que pueda surgir del ser humano. Y como decimos, es algo mucho más grande y real que lo que muchas personas pueden llegar a concebir.

Empieza siendo algo parecido a la instalación de un programa informático en nuestro cerebro:

"Software psíquico" creado para programar nuestras acciones, condicionar nuestros impulsos y fabricar nuestros deseos y anhelos.




 En parte lo inician nuestros propios progenitores, infectados como están por la programación del Sistema.


Pero realmente es en la escuela donde empieza a mostrarse en toda su crudeza.

Muchos esgrimirán que somos animales sociales y que esta "programación" que recibimos es esencial para que podamos convivir los unos con los otros.
Y evidentemente, están en lo cierto: nadie discute eso. Hacerlo sería absurdo.

Sin embargo, debe mantenerse un equilibrio a la hora de establecer una convivencia social sana entre la expresión de la individualidad y las necesidades grupales.

Y ese equilibrio se rompió en el momento en el que las reglas de convivencia dejaron de ser un instrumento al servicio de los Individuos y fueron los Individuos los que se convirtieron en herramientas al servicio del Sistema.

Ese problema, lejos de solucionarse se ha ido agravando con el paso de los siglos, hasta alcanzar su punto culminante en la actualidad. Algo de lo que mucha gente no quiere tomar conciencia.

Pero como decíamos, la escuela es el primer lugar donde el Sistema inicia su tarea de borrado de nuestra identidad.








La configuración de las propias aulas es una teatralización evidente de lo que el Sistema espera que sean nuestras vidas:

permanecer quietos, callados y sumisos recibiendo las "sabias instrucciones" de la autoridad competente en cualquiera de sus múltiples representaciones.

La energía desbordante que 'la naturaleza' ha concebido para que los pequeños cachorros exploren y aprehendan su entorno queda así castrada, como si alguien hubiera levantado una presa en nuestro interior con la que embalsar esas energías que deberían fluir como un torrente.




Esa es la auténtica función de los centros de enseñanza: taponar ríos que deberían correr libremente buscando su camino y convertirlos en aguas estancadas en las que el Sistema pueda operar sin el peligro de ser arrastrado por la corriente.

Y es de esta manera como, una vez aprendemos a obedecer (porque esa es la primera cosa que nos enseñan al asistir al colegio y la única lección que nos repiten día tras día), nuestra mente queda moldeada para siempre, perfectamente adaptada para pasar a formar parte de la maquinaria del Sistema.

Se trata de una lógica casi industrial, en la que las escuelas son cadenas de montaje de ciudadanos obedientes y donde los que no superan el "control de calidad", son clasificados como material de segunda y en muchos casos, catalogados como piezas sobrantes que deben ser rechazadas o recicladas.


Pero la escuela solo es una de las muchas herramientas que utiliza el Sistema a la hora de anular nuestra individualidad y nuestro criterio propio.

La sociedad entera es una máquina perfectamente engrasada para realizar tal cometido.

Los medios de comunicación y la industria cinematográfica y musical trabajan incesantemente moldeando nuestra fantasía, el instrumento mas subversivo del que dispone el ser humano.

Su objetivo primordial es impedir que los individuos puedan llegar a concebir nada más allá de los muros del Sistema, aprisionando así sus mentes y sus sueños presentes y futuros.



Somos bombardeados con músicas repetitivas, con estructuras copiadas y reproducidas hasta la saciedad.

Cada canción se convierte así en un mantra que se repite una y otra vez dentro de nuestra cabeza, inculcándonos que no hay nada más allá de la muralla y que no existe más belleza posible que la que contenga la típica canción de 4 minutos que debemos ingerir como una pastilla suministrada por la moda del momento.

El cine y la televisión nos encierran en un mundo formado por personajes prefabricados, juegos de espejos en los que debemos reflejarnos para no soñar con convertirnos en algo demasiado alejado de la "realidad aceptable".

Historias repletas de policías, guerreros, abogados o delincuentes, todos ellos representaciones de la misma cosa, pero con diferentes etiquetas. Ni los géneros fantásticos son capaces de reproducir realidades que no sean alteraciones maquilladas del propio Sistema.

Pero para encadenar nuestra fuerza creativa, tan peligrosa para nuestro enemigo, no basta con castrar nuestra imaginación y nuestros sueños.


También debe atacar esa fuerza primordial tan poderosa que une lo terrenal y lo espiritual:

nuestra sexualidad, una de las fuentes esenciales de las que bebe nuestra individualidad.
Y para ello, el Sistema no duda en anular su valor.


Primero lo hizo tildándola de 'pecado' y cargándola de 'culpabilidad', consiguiendo así que cada trago que tomáramos de ella se convirtiera en un trago amargo.

Y una vez superada esa fase, la maquinaria ha aprovechado la energía liberada por tanta represión y ha convertido la sexualidad en algo banal, en un simple suministro de placer y endorfinas, promocionada como cualquier otro producto de marketing, con el fin de eliminar cualquier conexión posible con nuestro interior y transformando el contacto sexual con las otras personas en un simple roce placentero.

Podemos decirlo sin tapujos:

el Sistema, literalmente, nos ha robado la fantasía y la sexualidad, nuestras principales fuentes de creatividad.


Y así es como, una vez moldeada nuestra mente y nuestra fantasía y cortada la conexión con nosotros mismos, nuestro enemigo ya no encuentra oposición y puede convertirnos en sus esclavos.


Incapaces de explorar la realidad por nosotros mismos y de juzgarla con criterios propios, nos aferramos a las verdades que nos suministra la 'autoridad', nuestro gran punto de referencia.


Educados desde pequeños para rechazar la duda y la indefinición en nosotros y en los demás, corremos a ser clasificados y etiquetados por la sociedad y como los anticuerpos de un organismo, atacamos visceralmente al que no sea debidamente clasificable, pues pone en duda nuestras confortables estructuras mentales.


Abrazamos colores y banderas y firmamos convencidos el contrato de las creencias y las ideologías, aquel que nos garantiza que la "verdad" está de nuestra parte y que ya no es necesario que volvamos a pensar o juzgar caso por caso, pues es la propia creencia adquirida la que hará el trabajo por nosotros.


Dividimos así el mundo en 'buenos' y 'malos', con la tranquilidad contractual de que nuestro rebaño es el que sigue el camino correcto y que nuestro pastor es el único que tiene buenas intenciones.

Es muy cómodo vivir así:

las cadenas instaladas en nuestra psique impiden que nada se remueva en nuestro interior y que el escalofrío recorra nuestras espaldas por hacernos demasiadas preguntas.

Y abandonados a este agarrotamiento de nuestra mente y de nuestros instintos, podemos sentarnos en nuestro sofá y disfrutar de la rutina hipnótica diaria:

el bombardeo incesante de impulsos que desfilan ante nosotros en forma de millones de imágenes, noticias y datos que ingerimos y regurgitamos sin parar, sin llegar a digerir ni su contenido ni su mensaje, sin tiempo para asimilar o juzgar lo que implican, ni oportunidad de asociarles la debida carga emocional.

Es por esta falta de emociones asociadas a la multitud de datos con que nos bombardea el Sistema que caemos en la apatía y al final nada nos importa.

Aturdidos e insensibilizados, ni la más oscura de las verdades es ya capaz de levantarnos del sofá y traducir la indignación en respuesta.

Acabamos estando tan vivos como un espejo, que solo refleja la vida procedente del exterior, rebotando sin pensar las imágenes que le son suministradas.

Y así nace nuestro gran sueño social: ser reflejados por los demás espejos, aunque sea devolviendo una imagen grotesca y distorsionada de lo que somos; pero poco nos importa:

somos capaces de humillarnos por nuestro minuto de fama, de rebajarnos hasta el esperpento con el fin de conseguir ser reflejados por los demás ni que sea solo una vez.

Eso nos hace sentir "vivos"...


En eso se ha convertido nuestro mundo: en algo superficial, sin profundidad, donde la anécdota y la apariencia nos sirven de excusa para no afrontar nuestra triste realidad.

Nos negamos a verla, preferimos creer que todo va bien y que todo está en su lugar, aunque el mundo entero esté bocabajo y seamos,

tiranizados por nuestros sirvientes

matados por nuestros médicos

azotados por nuestros protectores


Pero lejos de sentir vergüenza por ello y lejos de levantar nuestros puños para revertir la situación, dilapidamos nuestras pocas energías atacando al que se atreva a revelarnos la verdad o a tratar de abrir nuestros ojos.

Porque ya no somos nosotros los que actuamos: es el Sistema el que actúa, defendiéndose a través nuestro.

Instalado en nuestra mente, defiende su territorio y su obra y nos utiliza para sus fines.


Todos somos sus esclavos, cada uno con una función asignada.


La mayoría obedecemos, trabajamos y servimos ciegamente, sin levantar la cabeza. Pero una pequeña minoría es filtrada por el Sistema hacia los puestos dirigentes.
Con su lógica implacable, la maquinaria promociona a los peores seres humanos, los menos empáticos, los más egoístas, ambiciosos e impíos, para que alcancen los puestos de poder y se conviertan en los gobernantes del mundo.



Su función es mantener el Sistema en pie y en perfecto funcionamiento, por propio interés.

De todos los esclavos, ellos son los peores. En ellos no han calado las mentiras del Sistema, creadas para nublar la mente del resto de Individuos.

Por esa razón el Sistema les seduce, susurrándoles al oído que "son superiores al resto y que les corresponden los puestos dirigentes", aquellos desde los que podrán cumplir sus deseos e impulsos más primarios: depredar a sus propios hermanos.


Para ellos no hay buenos, malos, leyes, morales, ni banderas.


Saben que todo eso son mentiras creadas por la maquinaria para esclavizarnos. Su mundo solo se divide en ganadores y perdedores, en depredadores y presas.

Y el Sistema les ayuda a cazar impunemente, aturdiendo a sus víctimas para que puedan devorarlas sin piedad.


Así pues, harán lo que sea para mantener el Sistema en pie. Es el entorno que siempre han soñado. Es su paraíso terrenal.

No es extraño que este tipo de Individuos sientan desprecio por el resto de nosotros.

Es el desprecio que siente el lobo ante un rebaño de ovejas, amontonadas, temerosas y sumisas, incapaces de defenderse a pesar de ser millares,
levantando balidos lastimeros de protesta mientras el lobo les arranca la carne a dentelladas.



Muchos esgrimirán que siempre ha sido así.

Que lo que calificamos de lucha entre el Sistema y el Individuo es la visión distorsionada y exagerada de las dinámicas naturales surgidas de todo proceso de socialización.

Un conflicto lógico que viene produciéndose desde el inicio de los tiempos y que seguirá de la misma manera de aquí en adelante.

Pero en eso van muy equivocados.

El Sistema utiliza de forma eficiente todos los recursos a su disposición y ahora disfruta de instrumentos infinitamente superiores a los que disponía, no solo hace siglos atrás, sino hace tan solo décadas atrás.

Su poder aumenta exponencialmente y su control sobre cada Individuo de este planeta ya no se limita al aspecto psicológico y social, como antaño.

Pronto será algo físico y cuando queramos darnos cuenta, ya será demasiado tarde.

Porque aunque muchos no quieran creerlo, el Sistema no es el reflejo inerte y mecanicista de las dinámicas sociales humanas.

Hay algo más:

Actúa intencionadamente y tiene un objetivo final: la destrucción de nuestro poder individual.

Pero entonces, si el 'Sistema' actúa intencionadamente,

¿QUÉ ES EL SISTEMA EN REALIDAD?

¿CUÁL ES SU AUTÉNTICA NATURALEZA?

Y ante todo ¿POR QUÉ LUCHA POR DESTRUIR NUESTRA INDIVIDUALIDAD?

Esas no son preguntas fáciles de responder…

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