jueves, agosto 07, 2014

LA CASA DE TUS SUEÑOS



Hagamos un pequeño ejercicio.
Imagina la casa de tus sueños.
Dibújala en tu mente, explora sus rincones, paséate por ella…
Tómate tu tiempo, relájate.
Cuando lo hayas hecho y la tengas bien clara en tu mente, sigue leyendo el artículo.




¿Ya la has imaginado? ¿Cómo es?

Probablemente la mayoría de lectores habrán imaginado casas grandes y lujosas, con espectaculares piscinas y rodeadas de frondosos jardines.



Otros quizás habrán imaginado casas más modestas y sencillas, dotadas de todo lo necesario para resultar cómodas y confortables, quizás rodeadas por un bosquecillo, árboles frutales y un huerto fértil y aromático.
Cada uno habrá imaginado una casa diferente, desde chalets hasta mansiones y castillos.

Pero todas tendrán, muy probablemente, un rasgo en común: serán casas “posibles”.
Es decir, todas serán construibles en el mundo real y muy posiblemente, podríamos encontrar ejemplos ya existentes parecidos a las casas que todos hemos proyectado en nuestra mente.
Pero recordemos la propuesta inicial: “Imagina la casa de tus sueños”
Imaginar. Soñar.
¿Por qué la mayoría nos hemos limitado a visualizar casas posibles en el mundo real?
¿Por qué hemos puesto límites a nuestra imaginación y a nuestros sueños?

Podríamos haber imaginado lo que quisiéramos. Lugares fabulosos en los que vivir y experimentar sensaciones extraordinarias.
¿Por qué no imaginar que vivimos en un inmenso rascacielos para nosotros solos, lleno de salas de juegos, cines y canchas para hacer deporte con vistas a la ciudad?
¿Y por qué no ir un poco más lejos y dejar volar la imaginación de verdad?
¿Por qué no imaginar un inmenso edificio en forma de anillo de varios kilómetros de diámetro con un mar interior por el que poder navegar?
¿Por qué no una casa orgánica en la que las columnas son árboles, las paredes, rocas cubiertas de fragante vegetación y las diferentes estancias, cavidades cálidas que se abren en ellas y donde la luz procede de flores fosforescentes que cuelgan de las ramas más altas?

¿Y por qué no una casa en otra realidad?
Una casa que cambia sola de distribución y ubicación cada noche mientras duermes, para que cada despertar sea una sorpresa.
O una en la que las habitaciones materializan lo que deseas encontrar en ellas antes de abrir la puerta.
O una hermosa casa-asteroide con un bosque en su corazón, que rodeada de una burbuja de aire presurizada, flota alrededor de Júpiter y desde la que podemos ver cada día el espectáculo colosal de sus tormentas.

O una casa tan grande que cubra toda la superficie del planeta de forma continua, de manera que puedas dar la vuelta al mundo pasando de habitación en habitación, siempre bajo techo. Con centenares de millones de salas inexploradas en las que jamás has entrado y que ni tan solo sabes que existen, con diferentes niveles y pisos; con todos los libros, discos y películas existentes, esparcidos al azar por las diferentes bibliotecas cuya ubicación deberás ir descubriendo. Vivir en ella sería una aventura inquietante. Jamás sabrías qué se esconde tras la próxima puerta cerrada. Solo sabes que en una de las habitaciones hay una cómoda y en uno de sus cajones los planos que necesitas para explorarla. Pero, ¿dónde estará ese maldito mapa…?
¿Lo ves?


Había tantas posibilidades por imaginar…casas que incorporan modelos de vida y realidades diferentes a las que vivimos o podemos experimentar habitualmente.



Y estaban ahí, al alcance de nuestra mente, para concebirlas y convertirlas en imágenes y sensaciones surgidas de la nada, como un chispazo de magia.

Sin embargo, hemos decido limitarnos.
Hemos renunciado a las infinitas posibilidades de los verbos “imaginar” y “soñar” que encontramos en la premisa “imagina la casa de tus sueños” y lo hemos hecho sin tan solo saber por qué.
Peor aún.
Nos sentimos ridículos e incómodos si imaginamos una casa que no pueda ser “realizable”, aunque ese lugar fabuloso sea en el que realmente nos querríamos encontrar.
Es como si nos hubieran programado para sentir vergüenza por imaginar lugares imposibles.

Parece que hay ciertos mecanismos que habitan en nuestra psique y que nos castran la capacidad de imaginar. Como un pequeño programa instalado en la mente que nos dice: “no pases de aquí o te haré sentir mal”, y que nos inyecta una dosis de vergüenza y culpabilidad por “soñar demasiado”.
Por lo visto, la función de estos mecanismos es encadenar nuestra psique a la realidad tangible e impedir que concibamos cosas fuera de ella. Y nos atacan directamente cuando intentamos superar los límites que ellos nos imponen.
Lo peor es que no solo actúan sobre nosotros, sino que además nos impulsan a reprimir a los demás.
Lo podéis comprobar en vivo. Repetid el ejercicio en una reunión con vuestros amigos o familiares.

Proponedles: “imagina la casa de tus sueños”, a modo de juego.
¿Qué sucederá si llegado vuestro turno exponéis una casa imaginaria y fabulosa situada en un mundo de vuestra invención y lo hacéis con todo lujo de detalles?
Probablemente aparecerán las sonrisas burlonas y las mofas de unos y otros para “devolveros a la realidad”, acompañándolo, en los peores casos, de un cierto tono de superioridad.
Es posible que os tilden de locos infantiloides por vuestro arrebato, aunque sea de broma y con cariño.

Ellos ni tan solo sabrán percibirlo, pero por unos instantes, su mente se habrá visto sacudida por un ramalazo de inquietud. En el fondo de su psique habrán sentido el chillido apagado de los mecanismos de sus programas mentales, viéndose en peligro ante vuestra exhibición de libertad creativa.
Y serán esos mecanismos psíquicos los que impulsarán a los huéspedes a los que controlan, a que se burlen de vosotros y aplasten rápidamente el “conato de rebelión psíquica”.
Porque en realidad, eso es lo que sucederá, no nos engañemos.
Al imaginar algo irrealizable y superar esas trabas mentales impuestas al acto de imaginar, os habréis rebelado contra el sistema y vuestros amigos, sin saber muy bien por qué, os “atacarán” por ello.
Todos lo hacemos en cierta manera en nuestra vida cotidiana con las personas que nos rodean.
Llegados aquí, quizás deberíamos preguntarnos ¿Qué tipo de amigos son aquellos a los que no podemos explicar nuestros sueños; aquellos que no quieren conocer los frutos de nuestra  imaginación?
¿Nosotros también somos así?
Si ese es el caso, algo va mal en nuestras relaciones.
Todos deberíamos desear conocer lo que sueñan íntimamente nuestros amigos, para saber quiénes son en realidad.
Sus hipotecas, sus trabajos o sus coches deberían importarnos un rábano. Son solo aspectos circunstanciales de sus vidas que no les definen.



Juzgarlos por ellos es como juzgar a un esclavo por las cadenas que le aprisionan.

Sin embargo, habitualmente las conversaciones entre amigos y familiares giran alrededor de estos temas cotidianos que no sirven ni aportan nada.

 ¿Por qué desperdiciamos tanto tiempo hablando de la “realidad”, aunque sea en tono festivo?
Total, ya estamos inmersos en ella, no se marchará a ninguna parte si utilizamos la mente para crear mundos nuevos y los compartimos con los demás.
¿De qué tenemos miedo?

Nos han inculcado que debemos ser “realistas” y “pragmáticos”.
Pero las personas que se autocalifican como “realistas” son como las áncoras de los barcos. Son muy necesarias para la navegación del mundo, pero nunca nos llevarán a ninguna parte. Si fueran el único tipo de personas en la sociedad, el mundo ya se habría convertido en un herrumbroso barco inmóvil enmedio del océano.

Este tipo de personas nos dirán que es poco práctico imaginar cosas que no pueden existir y que hacerlo es perder el tiempo.
Pero, ¿es práctico ver un partido de fútbol, un programa de televisión, escuchar el último disco de Katy Perry, o jugar una partidita de poker?
¿Eso no es perder el tiempo?

Este artículo no pretende defender las actitudes quijotescas como algunos querrían interpretar.
No defendemos la concepción de realidades imaginarias para sumergirnos en ellas hasta perder el mundo de vista.
Hablamos de defender la libertad mental de imaginar lo que nos dé la gana y cuando nos dé la gana, sin imponernos límites absurdos y sin permitir que nos los impongan los demás.

Y esa libertad mental también incluye tocar de pies en el suelo.
Nos han educado para creer que si dejamos volar la imaginación en demasía podemos perder el norte. Algo absurdo, porque si eso sucede, la culpa no será de nuestra libertad de imaginación, sino de nuestro desequilibrio.
Si un hombre ebrio provoca un accidente, es absurdo echarle las culpas al whisky. El que ha provocado el accidente es el borracho, que no ha sabido ingerirlo adecuadamente.

La verdad es que todos hablamos de libertad y nos llenamos la boca con tan gloriosa palabra.
Pero, ¿cómo queremos ser libres si ni tan solo somos capaces de liberar nuestra propia mente cuando imaginamos algo?
Imaginar y soñar libremente es el acto más transgresor que existe, porque ataca las esencias más básicas del sistema, las más profundamente arraigadas.
Volvamos pues, al principio.
Imagina la casa de tus sueños
Pero ahora, imagínala de verdad…

GAZZETTA DEL APOCALIPSIS

La Última Táctica de Los Gobiernos Para Robarnos el Dinero



by Tyler Durden
Junio 11, 2014
del Sitio Web ZeroHedge
traducción de El Robot Pescador
Junio 12, 2014
del Sitio Web ElRobotPescador


La palabra 'Creatividad' no suele ir asociada a la palabra "gobierno". Más bien lo hacen palabras como burocrático, incompetente o corrupto.
 Pero hay una área en la que los gobiernos, y especialmente los que están en bancarrota, tienden a ser excepcionalmente creativos:
la búsqueda de formas nuevas de robarle el dinero a los ciudadanos.

En los últimos años, una de las formas más creativas de hacerlo ha sido confiscar lo que consideran cuentas bancarias "latentes", es decir, cuentas sin ningún tipo de operaciones durante un período de tiempo especificado.


 
El Reino Unido fue el primero en implementar esta idea con una ley creada en 2008.

Fue aprobada justo en el momento en que el sistema financiero se derrumbaba. En dos años, la Asociación Británica de Banqueros estima que la ley podría haber permitido recaudar un total de hasta 600 millones de dólares.
A principios de este año, Japón puso en marcha una iniciativa similar, gravando las cuentas bancarias inactivas. El gobierno japonés espera que el movimiento les permita recaudar 500 millones de dólares anuales.
Ambos, al menos, en el caso de Japón y el Reino Unido tienen umbrales a largo plazo.
En Japón, van a apoderarse de una cuenta si ha permanecido inactiva durante más de 10 años. En el Reino Unido, si lo ha estado 15 años.
Lo preocupante del caso, sin embargo, es el hecho de que el Estado no sólo puede elaborar leyes para confiscar cuentas bancarias inactivas, sino que además puede manipular a conveniencia los plazos.
Por ejemplo, Australia, aprobó una ley el año pasado para reducir el plazo de incautación de cuentas inactivas, rebajándolo de siete años a tan sólo tres.
Desde la aprobación de esta ley, el gobierno australiano se ha apoderado de la friolera de 80.000 cuentas por un total de 337 millones de dólares (249 millones de euros)… más de lo que había incautado en las cinco décadas anteriores juntas.


 
Todo esto representan precedentes internacionales que pueden trasladarse, tarde o temprano a países de la Unión Europea o del resto del mundo.
Quizás el precedente más preocupante de este tipo de maniobras, lo encontramos en el estado de Georgia, en EE.UU. ¡Allí, el plazo se establece en tan solo un año! En otras palabras, si usted tiene una cuenta bancaria en Georgia y no la toca durante doce meses, el gobierno del estado va a cobrarle impuestos por ello.
Un muy mal precedente… ¿cuánto tardarán en imitarlo en España? Este tipo de políticas son muy discutibles. Por ejemplo, pone en cuestión el principio fundamental de la propiedad privada.


¿Cómo puede algo ser tuyo, si el Estado puede legislar y aprovechar su autoridad para apoderarse de ello?

Es sólo otro ejemplo de cómo el sistema aplasta cada vez más los derechos individuales…




miércoles, agosto 06, 2014

Bicarbonato de Sodio - La Pesadilla de la Industria Farmacéutica






De acuerdo con el resultado de los hallazgos de investigación, el cáncer es un ácido láctico, que se forma cuando un cierto tipo de hongo o moho vive en un ambiente carente de oxígeno.



También se descubrió que al hacer pasar una muy alta concentración de moléculas de oxígeno a través de las células de cáncer, podría destruirlas completamente. 



Es realmente muy difícil para cualquier persona envolver su cabeza alrededor de la idea de que una sustancia tan común como el bicarbonato de sodio pueda ofrecer mucho más beneficios que la mayoría de los fármacos que cuestan tanto.



Sin embargo, existe fascinante evidencia que demuestra que de hecho bicarbonato de sodio puede curar una gran cantidad de enfermedades serias, tales como el cáncer y la diabetes. Los médicos también han sido aconsejados de usarlo, ya que ofrece increíbles beneficios. 



El bicarbonato de sodio, debe señalarse, es una sustancia muy ampliamente investigada, que ha sido utilizada desde hace varios años, incluso por los oncólogos.



La toxicidad de la quimioterapia y la radiación es tal que podría destruir los órganos vitales del cuerpo, como el hígado y los riñones, por lo tanto, suele administrarse periódicamente el bicarbonato de sodio a los pacientes para evitar esta posibilidad. 


Por todo el mundo, multitudes añaden bicarbonato de sodio a su agua potable con la intención de curar la acidosis clínica y otras condiciones adversas. Es un hecho bien conocido que el bicarbonato de sodio ha salvado muchas vidas en las salas de emergencia. La combinación de bicarbonato de sodio con otras sustancias naturales como el yodo y cloruro de magnesio produce una mezcla que es una maravilla en el mundo médico. 


Una cuestión importante con respecto a la fisiología humana es el problema de una falta de iones de bicarbonato. 

Esto resulta en una disminución en el valor de pH de la sangre. Las enzimas son una parte fundamental de las reacciones bioquímicas y son muy sensibles a los niveles de pH. Funcionan mejor en un ambiente que no es ácido.



El hecho de que las células funcionen mejor en un entorno ligeramente alcalino da crédito a la eficacia de bicarbonato de sodio.
 










La dieta juega un papel muy importante para mantener los niveles de pH de la sangre en niveles aceptables.



Desafortunadamente, nuestra dieta moderna alienta una disminución en el nivel de pH, por lo que es ácida. Las actividades y funciones celulares se ven obstaculizadas drásticamente cuando hay un desequilibrio constante en el valor del pH. 



Las células comienzan a deteriorarse cuando el valor del pH es ácido, conduciendo a graves problemas de salud como el cáncer, la gastritis, la osteoporosis, la diabetes y las enfermedades del corazón, entre otros.

El
bicarbonato de sodio ayuda a transportar oxígeno dilatando los vasos sanguíneos y liberando oxígeno en los tejidos celulares, aumentando de este modo el valor de pH. 



Cuando el valor del pH de la orina es alto, no hay cristalización de los productos de desecho en el tracto urinario. 



Es un hecho conocido que el ácido úrico causa enfermedades como la gota, cálculos renales, diabetes y enfermedades del corazón. El Alcosan, que es un compuesto tóxico que se forma por hongos en un ambiente ácido  ha demostrado que causa varios tipos de cáncer y la diabetes.

Por la administración oral del bicarbonato de sodio, enfermedades graves como la artritis, la gota, la gripe pueden prevenirse. También ayuda al páncreas a llevar a cabo adecuadamente sus actividades, que incluyen la producción de iones de insulina y bicarbonato. 



Sin importar si una persona sufre de una condición médica tan terrible como la enfermedad del corazón o cáncer, incluso  la gripe, cuando una combinación de bicarbonato de sodio y cloruro de magnesio se toma por vía oral, proporciona un tratamiento que es a la vez natural y seguro. 



Estos trabajan para liberar de manera efectiva los tejidos, células y órganos de todas las toxinas y ácidos.



El bicarbonato de sodio es de hecho una sustancia natural maravillosa y una pesadilla para la industria farmacéutica.  



por Joanna Océano 
27 Junio 2014
del Sitio Web BodyMindSoulSpirit


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