UN RECURSO NATURAL, EFECTIVO, ECONOMICO E INOCUO
Semillas de damasco (Durazno) y cáncer
En la
época hacia los fines de la década de los años 60 y los comienzos de los 70
hubo gran agitación política-legal, primordialmente en el estado de California
(EE.UU.) a causa de la prescripción médica de la vitamina B-17, también conocida
como Laetril, para el tratamiento del cáncer. Proveniente de la pepita del
carozo del damasco (chabacano, albaricoque), esta vitamina cura, decidida y
definitivamente, el cáncer.
Sin
embargo, en los EE.UU. las autoridades han prohibido todo tratamiento de cáncer
que no fuere uno de los tratamientos tradicionales, aprobados por el sistema
regente. Muchos médicos, enfermero(a)s, y un sinnúmero de otros practicantes de
las artes curativas han sido encarcelados, inculpados de curar a pacientes de
cáncer mediante tratamientos que no estaban en la lista oficial. Como resultado
de estas litigaciones muchos de estos profesionales se han trasladado a otros
países.
Se ha
descubierto recientemente que las propiedades curativas de la vitamina B-17,
específicas en contra del cáncer, se deben a que en presencia de agua y de la
enzima beta-glucosamidasa, la molécula de B-17 genera cianuro y benzaldehido.
Estos compuestos son, individualmente sumamente tóxicos, pero funcionando en
simbiosis se multiplican sus efectos por un factor que se calcula los hace
cerca de 100 veces más potentes. Esta enzima, la beta-glucosamidasa, se
encuentra en cantidades significativas en las células cancerosas, y muy poco en
el resto del cuerpo, por lo general hasta 100 veces más. Por consiguiente,
estas sustancias tóxicas destruyen únicamente a las células cancerosas. Una
verdadera quimioterapia, específica, localizada y muy eficaz.
Y, ¿cómo
es que, con el tiempo, no se envenena el resto del cuerpo sano? Resulta que
hay otra enzima, la rodanasa, que identificaremos como una “protectora” del
organismo (desde 1965 se conoce a la rodanasa como tiosulfato de
transulfurasa). La rodanasa neutraliza al cianuro y lo transforma en
subproductos que no solamente no son tóxicos, sino que resultan en nutrientes
benéficos para el organismo. Esta enzima abunda en todo el cuerpo, pero no la
hay en las células cancerosas, que por lo tanto, no tienen protección ni
defensa.
La
semilla del damasco (albaricoque) destruye a las células cancerosas. Las
preguntas y respuestas a continuación provienen del libro “World Without
Cancer” (Un Mundo Libre del Cáncer) por G. Edward Griffin; y no constituyen
forma alguna de diagnóstico, ni de recomendación o sugerencia de tratamiento
alguno.
¿Qué cantidades se pueden ingerir?
Para
quien tenga cáncer: Es muy importante comer semillas, las que se deben masticar
lentamente; y que se deben conservar en la boca el tiempo necesario hasta que
se licuen. Lo ideal es comer dos semillas, o pepitas, por hora, durante el
transcurso del día. Los mejores resultados se han observado con el consumo de
tres a cinco (3 a 5) pepitas cada hora de la actividad normal diurna.
La
vitamina B-17 es hidrosoluble (se disuelve en agua) y no es tóxica. Hay quienes
sienten algo de náusea cuando comen muchas de una vez, de manera semejante a
como sucedería si bebieran grandes cantidades de agua salada. En tal caso se
reduce la cantidad que se toman cada vez, pero se aumenta la frecuencia.
Dosis
preventiva: Quien no tenga cáncer puede tomar siete a diez (7 a 10) pepitas
diarias. El Dr. Krebs afirma que, aunque sean algo amargas, lo mejor es comer
la semilla (la pepita) natural, entera. El doctor pregunta, “¿valdría la pena
perder la vida por no querer comer unas semillas amargas?”
Nota del
redactor: Recuerde, el lector, que únicamente las semillas contienen las
enzimas que logran el resultado curativo en el organismo. Quien no pueda
tolerar el sabor de las pepitas tendrá que complementar esa carencia en la B-17
con otras vitaminas y enzimas no tan eficientes. Vale la pena hacer el esfuerzo
necesario para surtirle al organismo esas defensas tan vitales.
¿Se puede tomar B-17 al mismo tiempo que se recibe
tratamiento de quimioterapia?
Lo peor
es recibir solamente quimioterapia. Es benéfico añadir B-17 al tratamiento de
quimioterapia, pero lo mejor sería ingerir B-17 (en forma de pepitas) y otras
hierbas curativas… y olvidarse de la quimioterapia.
¿Se pueden tomar la vitamina B-17 y las pepitas
conjuntamente?
Por
supuesto que sí. En las semillas hay muchos elementos naturales que no se
encuentran en las pastillas de vitaminas. Las pepitas tienen, además de la
B-17, minerales y componentes que facilitan su asimilación en el organismo.
Recuerde que en la ciencia de la nutrición solamente se han identificado
aproximadamente mil (1000) vitaminas y minerales, de varios centenares de miles
de ellos que existen pero que todavía no se han identificado.
Eso
significa que no es prudente limitarse a tomar solamente pastillas. A propósito
del tema se llevó a cabo un estudio científico con ratas de laboratorio que se
organizaron en dos grupos. El primer grupo recibió, en su alimentación, todas
las vitaminas y todos los minerales conocidos. El segundo grupo recibió
desechos y basura.
Al cabo
de un par de semanas el primer grupo se veía flaco y enfermizo, mientras que
las ratas del segundo grupo, las comedoras de basura, se veían gordas y
saludables, con mucha energía. Estos resultados hacen decir al Dr. Krebs, “lo
mejor es consumir alimentos naturales enteros, y complementarlos con vitaminas
y minerales elaborados.”
¿Qué otro medicamento conviene tomar juntamente con
la B-17?
Para
quienes padezcan de cáncer, recomienda el Dr. Manner (uno de los precursores
del tratamiento del cáncer mediante la vitamina B-17) que los pacientes añadan
enzimas pancreáticas y vitamina C a su alimentación. Ambas se consiguen
fácilmente en los comercios que se especializan en productos naturales para la
salud.
Las
enzimas pancreáticas abundan naturalmente en frutas como el ananá (piña), la
papaya (mamón), y otras. Su función primordial es la de quemar el revestimiento
de proteína protector de las células cancerosas, de forma que facilita así el
acceso de la B-17 al núcleo celular para efectuar su destrucción total.
Pero, a
veces no basta con solamente destruir las células cancerosas, y siendo que el
organismo tiene que reconstruir los tejidos que hayan sufrido daños y averías,
es sumamente importante proporcionarle nutrición adecuada al organismo. Las
remolachas (betabeles) contribuyen a fortalecer los riñones, y las harinas de
hueso y el polvo de cartílago de res, o de pollo, contribuyen a la
reconstrucción de los huesos dañados por el cáncer.
Se han
hecho estudios de los hongos Shiitake, muy comunes en la cocina japonesa, y se
ha descubierto que proveen al organismo una sustancia anti-virus, conocida como
lentina, que contribuye a estimular el sistema inmunológico y neutraliza a
diversos virus. El jugo de una fruta del archipiélago de Tahití, la noni,
detiene el cáncer y la diabetes, y alivia la artritis y desperfectos del
sistema nervioso.
Otros
productos, como el té de Kombucha, las semillas de uva (las semillas mismas, no
su extracto) y los hongos Maitake (también japoneses) son eficaces combatientes
del cáncer, reducen la hipertensión arterial, controlan la diabetes y
contribuyen a la pérdida de peso. Existen muchas plantas( ESSIAC), hierbas y
frutas alimenticias que tienen, además, admirables propiedades curativas.
Además,
se sabe muy bien en la ciencia médica las combinaciones de diversos tipos de
terapéutica resultan mucho más eficaces que una sola. Es muy apropiado añadir
diversos elementos, como satélites al tema central de las pepitas de damasco
(albaricoque).
¿Se puede tomar la vitamina B-17 conjuntamente con
quimioterapia o radiación?
Por
supuesto que sí. Primero, debería el paciente verificar el verdadero índice de
curación que se ha logrado en otros casos del mismo tipo de cáncer. Cuando se
hable con el médico al respecto de curaciones, se tiene que aclarar si se está
hablando de cura completa, o de una simple extensión, de unos meses, del plazo
de vida.
Si se
piensa hacer alguna operación en la cual estén involucradas las células
cancerosas, es de vital importancia que el paciente se arme con pepitas de
damasco( albaricoque) y con vitamina B-17 para eliminar las células que queden
sueltas por el cuerpo. La vitamina B-17 tiene solamente efectos saludables.
Reduce la
hipertensión arterial, es uno de los nutrientes más saludables del planeta,
fortalece las arterias y el corazón, y por supuesto que persigue y elimina a
las células cancerosas.
¿Cuánto tarda en curarse el cáncer?
Las
células cancerosas comienzan a morirse de inmediato. En algunos casos, como en
el cáncer del hueso, se demora un poco más en absorberse la vitamina en los tejidos
más profundos del cuerpo. Los cánceres de la piel se alivian más rápido. Al fin
de la primera semana ya se podrán ver considerables mejorías; y en muchos casos
se podrá lograr regresión total de tumores en cuestión de tres (3) semanas, o
menos.
Un carcinoma
puede demorarse unos meses en desaparecer; y ha habido cánceres de cérvix que
han desaparecido en menos de tres (3) semanas. Es posible, bajo circunstancias
especiales, organizar entrevistas con personas quienes se han recuperado
satisfactoriamente de todos estos tipos de cáncer.
¿Es un tratamiento adecuado para todos?
Es muy
adecuado para quien tenga su diagnóstico de cáncer, pero sin haber comenzado el
tratamiento de quimioterapia o de radiación. El Dr. Krebs mantiene que logra
98% de curación, y en el Hospital Del Río, en Tijuana, México, aseguran casi el
100% de curación de los casos virgen. Los casos vírgenes son aquellos que no
han recibido ni quimioterapia ni radiación.
En los
casos donde el paciente ya ha recibido tratamiento de quimioterapia o de
radiación, el éxito de la B-17 dependerá de cuánto se ha difundido el cáncer
antes del tratamiento, y de cuánto daño le han causado la quimioterapia y/o la
radiación. Sea como fuere, es de vital importancia comenzar, sin demora, a
suministrarle al organismo su dosis diaria de B-17.
Y ¿por qué los médicos no recetan la B-17?
A los
médicos se les enseña, desde sus primeros estudios, que el Laetril no es
efectivo; y las reglamentaciones en vigencia no les permiten recetarlo. Además,
las únicas referencias que se les proporciona son dos estudios falsos que no lo
recomiendan. Nada se les menciona de los múltiples resultados positivos que
abundan en los informes de referencia.
Si un
médico, en los EE.UU. receta el Laetril, o vitamina B-17, para tratamiento de
cáncer se arriesga a que le impongan sanciones disciplinarias y se le revoque
su licencia de práctica médica, y aún ser encarcelado. Desdichadamente, después
de los largos años de estudio necesarios para llegar a ser médicos, la mayoría
de ellos se limitan a recetar los medicamentos permitidos legalmente, aunque no
vean alivio del malestar. Quien se interese en investigar y descubrir la verdad
de la situación, puede informarse sin problema alguno.
El libro
del Sr. Griffin, “World Without Cancer” es un buen comienzo, pues en este libro
se relata la historia de la vitamina B-17 y es una buena guía en el estudio de
la curación del cáncer.
¿Qué predisposición ha adoptado la comisión
reguladora de alimentos y medicamentos del estado de California al respecto de
la B-17 y/o el Laetril?
En 1971
el Sr. Grant Leake, jefe de la sección fraudes de la comisión de control de
alimentos y drogas del estado de California, EE.UU. afirmó: “Los vamos a
proteger, aunque no lo quieran.”
¿Hubo, alguna vez, acusaciones o cargos en contra
de médicos por el uso de la B-17 y/o el Laetril con sus pacientes?
Sí,
afirmativamente. A principios del año 1974, la Comisión Médica del estado de
California presentó acusación formal en contra del Dr. Stewart M. Jones por
haber usado Laetril en el tratamiento de pacientes de cáncer.
Sin
embargo, se supo más tarde, que uno de los miembros de esa comisión acusadora,
el Dr. Julius Levine, usaba Laetril para su propio cáncer. Cuando esto salió a
luz durante los trámites legales, el Dr. Levine renunció a su cargo antes de
verse en apoyo al acusado Dr. Jones. Ref: Laetrile Tiff. State
Medic Out, San Jose Mercury (Calif.), April 10, 1974.
¿Por qué motivo prohíbe la FDA el uso de B-17 y/o
Laetril?
En EE.UU.
se invierten miles de millones de dólares por año en investigaciones del
cáncer, y se obtienen miles de millones de ganancias por la venta de
medicamentos relacionados con el cáncer. Los políticos que logran votos
ofreciendo respaldar programas oficiales del cáncer. Este sistema no puede
permitir que se elimine el cáncer. En estos tiempos hay mucha más gente
viviendo a costillas del cáncer que muriendo de cáncer.
Nota: La
FDA, Food And Drug Administration, es la oficina federal de los EE.UU. que
regula los medicamentos y alimentos de consumo público.
¿Han hecho pruebas, en la FDA, con el Laetril?
No. El
primero de septiembre de 1971 anunció la FDA que el Comité ad hoc de Asesores
Para Investigar y Evaluar el Laetril no había encontrado “evidencia terapéutica
que justificara estudios clínicos”. Por consiguiente, se anunció que estaba
prohibido promover, vender o investigar el Laetril en los EE.UU. Ref. Press
release, HEW/FDA, Sept. 1, 1971
¿A pesar de esta situación, ha habido quienes
tomaran Laetril?
Sí,
afirmativamente. Miles de perdonas han estado usado el Laetril, y centenares de
médicos la recetan, y aún lo toman ellos mismos. Se usa en varios hospitales,
con la aprobación de la FDA, o sin ella. Con la aprobación del INC (Instituto
Nacional del Cáncer) o sin ella.
¿Cómo fue que Dr. Ernst T. Krebs, Jr. descubrió que
la vitamina B-17 y/o el Laetril controlan y combaten al cáncer? ¿Por qué se
llama B-17?
Ya para
el año 1952 había elaborado el Dr. Ernst T. Krebs, Jr., bioquímico de la ciudad
de San Francisco, California, la teoría de que, al igual que el escorbuto y la
pelagra, el cáncer no se debía a bacterias misteriosas, o virus, o sustancias
tóxicas; si no que se trataba de una enfermedad causada por deficiencias
agravadas por la falta de un compuesto en la dieta contemporánea.
El Dr.
Krebs logró identificar a este compuesto como parte de la familia de los
nitrilosidas que se encuentra en abundancia en más de 1200 plantas en todas
partes del mundo. Abunda, especialmente, en la semilla de las frutas de la
familia Prunus rosacea, (almendro, damasco, cerezo, endrinas, nectarina,
durazno y ciruela).
También
la hay en diversos pastos, en el maíz, en el sorgo, en el mijo, en el cazabe,
en la semilla de lino, en las semillas de manzana y en muchos otros alimentos
que han ido siendo descartados del menú del hombre moderno.
Es
difícil determinar una categoría específica para un nitrilosida, puesto que no
se los encuentra aislados, sino más bien en diversos alimentos. No se lo puede
catalogar como un alimento por separado, ni tampoco es una droga, pues se trata
de un compuesto natural.
No es
tóxico, es benéfico; es
soluble en agua y normalmente compatible con el metabolismo humano. La
verdadera clasificación de un compuesto con estas propiedades es la de
vitamina. Siendo que esta vitamina se encuentra con las del grupo B, y fue la
decimoséptima en aislarse. Por lo tanto el Dr. Krebs la identificó como la
vitamina B-17.
¿Qué sucede con los animales en los zoológicos que
no tienen acceso a su alimentación normal, silvestre y natural?
En el
famoso jardín zoológico de San Diego, California, donde los animales se ven
casi totalmente privados de nitrilosidas naturales, cinco (5) osos han muerto
de cáncer en un lapso de seis (6) años.
¿Cómo se
compara el cáncer con las enfermedades de la antigüedad?
En las
sociedades primitivas no se conocían las enfermedades de hoy.
¿Acaso no
les agregan vitaminas a los alimentos que conseguimos hoy en día? Se ve en las
etiquetas de algunos alimentos que están “enriquecidos”, ¿no significa eso que
contienen todas las vitaminas necesarias para la buena salud?
No. No
son lo mismo que los originales. En el ejemplar de junio, 1971, del “Journal of
the American Geriatric Society” se publicó el informe de que “las vitaminas que
se pierden de los alimentos y que luego se añaden como enriquecimiento no son
un sustituto sano.
Eso se
confirmó en el estudio del Dr. Roger J. Williams, quien informa que las ratas
alimentadas con pan enriquecido morían a temprana edad, o su desarrollo sufría
incapacitación debido a la falta de nutrición…”. Además, se ha demostrado que
con la falta de vitaminas B y C se aceleran los achaques de debilidad senil.
¿Acaso no
hay todas las vitaminas necesarias, incluyendo la B-17, en los alimentos que
comemos a diario?
NO.
Desdichadamente en los EE.UU. (que es de donde se tienen las estadísticas
pertinentes) durante los últimos 70 años se han ido dejando a un lado los
alimentos que contienen vitamina B-17 natural; o los han reemplazado con
alimentos absolutamente carentes de ese factor.
Es muy
notable que durante ese tiempo haya ido en aumento el índice del cáncer en ese
país, hasta que en la época de los ’70 una persona de cada cuatro estaba
destinad a contraer esa enfermedad. (En la época del 2002, se calcula que ese
índice se aproxima a 1 de cada 3.)
¿Qué se
sabe de los hunzas?
Muy
remoto y oculto en los Himalayas, rodeado por Pakistán, la India y la China
está el pequeño reino de Hunza, cuyos moradores son famosos, en todo el mundo,
por las edades avanzadas que suelen lograr mientras disfrutan de excelente
salud. No es raro que vivan más allá de los cien (100) años, y muchos llegan a
los 120. Médicos que han viajado por esos lugares informan que en Hunza no
existe el cáncer.
Y es
interesante observar que en la alimentación de ese pueblo se consumen
aproximadamente doscientas veces más nitrilosidas que en la comida común de los
EE.UU. En realidad, en ese país donde no se conoce el dinero, la riqueza de una
persona se mide en árboles de damasco ( albaricoque).
El
Príncipe Regente lo confirma y añade la información que no es raro culminar un
almuerzo con 30 a 50 pepitas de damasco ( albaricoque) como postre. Un postre
que proporciona más de 75.000 unid. internacionales de vitamina A, y más de 150
mg de B-17.
Las
mujeres de Hunza son famosas por conservar su piel suave y tersa hasta en su
avanzada edad, aparentando ser más de veinte (20) más jóvenes que sus
contemporáneas de otros países. Confiesan que su secreto consiste en el aceite
de damasco ( albaricoque) que se aplican diariamente al cutis. Y es una triste
realidad que cuando los hunzas salen de sus apartadas tierras, y adoptan la
alimentación de otras culturas, también caen víctimas de las enfermedades del
resto del mundo, inclusive el cáncer.
¿Qué es
el trofoblasto?
Es una
capa epiblástica que tapiza las vellosidades del cordón fetal, que se convierte
en membranas fetales que desempeñan funciones de la nutrición celular. También
conocido como célula cancerosa.
¿Qué
ocurre en nuestros cuerpos cuando (1) no funciona bien, o si (2) la clase de
alimentos que ingerimos consumen casi todas las enzimas pancreáticas para su
digestión y no dejan suficiente para la sangre, o si (3) debido a
intervenciones quirúrgicas o a radiación hay tejidos cicatrizados que rodean al
cáncer e impiden el acceso de esas enzimas a las células, o si (4) el
crecimiento del cáncer es demasiado rápido como para que las enzimas lo
controlen? ¿Qué sucede entonces?
La
naturaleza ha provisto un mecanismo de respaldo, una línea de defensa
secundaria que tiene muy buenas posibilidades de triunfar, aunque se hubieren
perdido las defensas primarias. Se trata de un insólito compuesto que
literalmente envenena a las células malignas mientras alimenta y fortalece al
resto del organismo.
Es la
vitamina B-17 que suministran los alimentos naturales ricos en nitrilosida.
También conocida como amigdalina, se la ha usado con buenos resultados desde
hace más de cien (100) años. En forma purificada y concentrada por el Dr. Krebs
se la conoce como Laetril.
¿Quién
propuso, por primera vez, la teoría trofoblástica del cáncer?
El
Profesor John Beard sospechaba que existía un factor nutritivo además del
factor enzimático. Durante el año 1952, el Dr. Ernst T. Krebs descubrió,
trabajando juntamente con su padre, del mismo nombre, el factor “extrínseco”
del cáncer.
¿Qué
autoridad tiene el Dr. Krebs en la materia?
Hizo tres
(3) años de estudios de anatomía en la Escuela de Medicina Hahnemann, en
Filadelfia. Luego se especializó en bacteriología en Universidad de Illinois,
de 1938 a 1941, graduándose en 1942. Durante 1943 a 1945 cursó estudios
superiores en la Universidad de California, en Berkeley.
Luego
estudió y llevó a cabo investigación farmacológica en la Universidad de
Mississippi. Tiene a su crédito varias publicaciones de sus estudios, entre
ellas “La Teoría Unitaria, O Trofoblástica Del Cáncer” y “Los Nitrilosidos En
Plantas Y Animales”. Fue director científico de la Fundación John Beard.
Descubrió la vitamina B-15, el ácido pangámico. Para el año 1950 ya había
identificado a la vitamina B-17 y la había aislado en forma de cristales. La
denominó Laetril, y mediante pruebas en animales demostró que no era tóxica.
¿Cómo
demostró el Dr. Krebs que la vitamina B-17 (el Laetril) no era tóxico para el
ser humano?
Simplemente
se arremangó la camisa y se autoinyectó. Tal como lo había previsto, no tuvo
ninguna reacción negativa.
¿De qué
se compone la vitamina B-17?
La
molécula de B-17 se compone de dos unidades de glucosa (azúcar), una unidad de
benzaldehido y una de cianuro, estrechamente ligadas.
Y ¿qué
pasa con el cianuro, que es tan venenoso?
Efectivamente,
el cianuro puede ser muy tóxico, y aún mortal en cantidades suficientes. Sin
embargo, ligado estrechamente dentro de la molécula de B-17 resulta totalmente
inerte y sin efecto sobre los tejidos vivos.
Al
respecto de este principio de “ligaduras” ¿hay otras sustancias semejantes?
Sí. El
cloro, por ejemplo, es un gas muy venenoso; pero combinado con el sodio forma el
cloruro de sodio, que es la sal de mesa común, un compuesto inocuo.
Y
entonces, ¿cómo funciona la B-17 para exterminar a las células cancerosas?
Solamente
una sustancia hay que pueda soltar las ligaduras de la molécula de B-17, y
liberar así al cianuro; y es la enzima beta-glucosamidasa, en contacto con
agua. Afortunadamente esta enzima se encuentra concentrada en las células
cancerosas, y en muy reducidas proporciones en el resto del organismo.
Cuando la
vitamina B-17 llega a las células cancerosas y suelta su cargamento de cianuro,
este veneno encuentra un poderoso aliado en el benzaldehido, que por su cuenta
es otro veneno. Estas dos sustancias tóxicas, cuando juntas multiplican su
potencia por un factor mínimo de cien (100). Es un fenómeno bioquímico que se
llama sinergismo.
Además,
las células cancerosas contienen aproximadamente cien (100) veces mayor
concentración de beta-glucosamidasa que en el resto del cuerpo, lo cual resulta
en un tratamiento de quimioterapia natural, muy eficiente y tan bien especializado
que las células sanas del organismo no sufren ningún daño. El Laetril ocasiona
la liberación de esos dos venenos que afectan únicamente a las células
cancerosas.
¿Cómo es
que no nos envenena el cianuro?
Hay otra
enzima muy importante, la rodanasa, que abunda en todos los tejidos sanos. Esta
enzima, que apodamos “la defensora” tiene la propiedad de descomponer al
cianuro y transformarlo en subproductos nutrientes y benéficos para el
organismo. (A partir del año 1965 se ha identificado a la rodanasa como
tiosulfato de transulfurasa.) Siendo que la rodanasa no se encuentra en las
células cancerosas, éstas quedan sin protección.
¿Puede
ser peligrosa una sobre-dosis de B-17?
Sí. A
pesar de ser un compuesto sano y seguro, como todas las cosas en exceso, puede
ser peligrosa; al igual que el agua o el oxígeno en cantidades anormales.
¿Se
pierde la vitamina B-17 en las semillas de damasco tostadas?
No. El
contenido de B-17 no varía, pero se destruyen las enzimas y no se logra la
totalidad de los efectos enzimáticos en la boca, el estómago y en la vía
intestinal.
¿Qué
cantidad de B-17 contiene un carozo de damasco?
En la
fruta que se cosecha normalmente en los EE.UU. hay aproximadamente de 4 a 5 mg.
¿Puede
hacer daño el Laetril?
Las
pastillas de aspirina son 20 veces más peligrosas que una cantidad semejante de
Laetril. El Laetril es menos tóxico aún que el azúcar, pero por las mismas
razones que no se toman 20 pastillas de aspirina ni se come un cuarto de kilo
de azúcar de una vez, si alguien consume un exceso de Laetril, se va a sentir
mal; y posiblemente tengan que usar una sonda para evacuarle el estómago.
¿Hay
médicos que recetan Laetril para sus pacientes?
Sí. Para
mediados de la década de los 70 ya se habían publicado, en los EE.UU. más de 26
informes de tantos médicos de renombre que habían estudiado y recetado el
Laetril con buenos resultados en el tratamiento del cáncer.
¿Hay
médicos fuera de los EE.UU. que apoyan el uso del Laetril para el cáncer?
Sí. El
Dr. Hans Nieper, Director de Servicios Médicos del Hospital Silbersee, en
Hanover, Alemania, quien figura en la lista de “Quién es Quien en la Ciencia
Mundial” y era entonces el Director de la Sociedad Alemana del Tratamiento del
Tumor, anunció durante uno de sus viajes a los EE.UU., en 1972, “…después de
más de veinte años de trabajo especializado he descubierto que los
nitrilosidos, es decir el Laetril, son el mejor tratamiento, o preventivo, del
cáncer que se conozcan. En mi opinión es la única posibilidad que tenemos para
controlar el cáncer.”
¿Se
recomienda complementar el consumo de la vitamina B-17 con otros alimentos?
Sí. El
Dr. John Richardson, de San Francisco, California recomienda: “Se deben
consumir todo tipo de verduras comestibles. Preferentemente crudas, o con muy
poca cocción. Se debe consumir pescado, lo más fresco posible, y apenas cocido.
Cómase pollo sin pellejo, y olvídese de cualquier cosa que no esté incluida en
esta lista. Es importante beber cantidades adecuadas de agua, o jugos naturales,
que pueden ser con gas. Tomen: vitamina C, 1500 a 5000 mg diarios; vitamina E,
1200 unidades internacionales; vitaminas múltiples y minerales.
Evítese
todo lo que sea tóxico, tabaco, alcohol, café, tranquilizantes, sedantes,
analgésicos, etc. Se permiten algunos antibióticos.”